Imagen: Pasarela de Víctor Cuevas
En el magnífico blog de Francisco Alcaide encuentro estas ideas para decidir tu camino. ¡Son excelentes!
1. No hay nada que no esté a tu alcance. La cuestión no es si algo es o no posible, sino cómo conseguirlo. Ensayo y error. Todo es posible si te das el tiempo suficiente. No abandones un sueño por el tiempo que llevará, el tiempo pasará igual.
2. Todo tiene un precio. Cada alternativa tiene un coste. Vivir es elegir y elegir es renunciar. Cuando tomes una decisión no te fijes en lo que dejas atrás sino en lo que tienes por delante. Todo cambio implica desprenderse de ciertas cosas.
3. Cada día que pasa ya no vuelve. O dicho de otra manera, «no hay nada que tarde tanto como lo que no se empieza» (Alain). El tiempo vuela, se escapa de las manos. Robin Sharma escribía: «Si no actúas sobre la vida, ella actuará sobre ti. Los días se convertirán en semanas y las semanas en meses, y antes de que te des cuenta, tu vida habrá acabado». Duro de escuchar, pero una verdad como un templo.
4. El futuro es ahora. El futuro empieza cada mañana cuando uno se levanta. Lo importante no es dónde estabas ni dónde estás, sino dónde quieres llegar a estar. Tu pasado no es tu futuro; tu presente es tu futuro.
5. O avanzas o retrocedes. No hay término medio. Si no avanzas en la dirección de tus objetivos, te estás alejando de ellos. Cuanto tengas que tomar una decisión, piensa siempre sobre ello (ver post Ten el coraje de decir «No» a muchas cosas).
6. Presta atención a tus sentimientos. En el post Dedícate a aquello que sabes a hacer mejor decíamos: «Fíjate de qué hablas y a qué dedicas el tiempo en tus ratos libres. ¿Deporte? ¿moda? ¿viajes? ¿inversiones? Presta atención a los libros que lees, a los programas de televisión que ves, a las webs que sigues… En definitiva, qué temas te gustan y te hacen sentir bien. Los sentimientos son siempre un buen indicador de que aquello con lo que más conectas y sintonizas, un reflejo de tu yo más profundo con el que te identificas».
7. Presta atención a tus motivaciones. Todos tenemos diferentes tipos de motivaciones (conocimiento, seguridad, poder, servicio, reconocimiento, reto…) pero en cada persona adquieren una importancia distinta y siempre prevalecen unas sobre otras. ¿Lo que más te apasiona es el conocimiento? Las aulas probablemente es lo tuyo; ¿El reto es imprescindible en tu día a día? Parece que te atrae el mundo de los emprendedores; ¿La seguridad laboral es una necesidad en tu vida? La administración pública parece una opción; ¿Tienes altas necesidades de reconocimiento? Busca empleos con visibilidad social. Somos buenos en aquellas cosas que nos gustan y con las que nos sentimos más cómodos.
Recuerda echar un vistazo a la sección Orienta-T del blog para poder decidir tu propio camino.