Consejos para comunicarnos mejor con nuestros hijos adolescentes

Imagen bajo Licencia CC

He leído en el magnífico blog de Alfredo Oliva estos Consejos para mejorar la comunicación con vuestros hijos adolescentes. Están destinados a los con  hijos adolescentes que quieran mejorar su comunicación.

Si tenéis un adolescente en casa, es probable que hayáis notado cómo la comunicación con él o con ella resulta más complicada que cuando tenía seis o siete años. Aunque se trata de algo relativamente normal y frecuente sobre lo que no hay que dramatizar en exceso, algunas sugerencias y consejos podrían ayudaros a mejorar esta comunicación. Si seguís estos consejos y tenéis algo de paciencia, es muy probable que mejore vuestra relación.

Escuchad lo que dice vuestro hijo o hija, dejadle terminar: Dejar que vuestro hijo o hija hable y diga lo que piensa o siente es muy beneficioso para el buen funcionamiento de la familia y para su bienestar. Si no dejáis que termine lo que quiere deciros y le interrumpís porque pensáis que ya sabéis lo que os va a decir, nunca sabréis realmente qué ideas tiene ni cómo se siente.

 

No critiquéis, no juzguéis, no culpabilicéis: No sois jueces. Si os dedicáis a criticar su conducta constantemente estaréis poniendo una barrera entre vosotros. Si muestra su enfado y grita, podéis corregir su comportamiento con algo como: “ya veo que estás enfadado/a, pero si me gritas no me entero bien. Cuando te tranquilices podremos seguir hablando”.

 

No deis lecciones:Tendemos a decir a nuestros hijos e hijas todo lo que deben hacer. Sin embargo, es mucho más útil y beneficioso enseñarles a buscar soluciones por sí mismos, y razonar con ellos las ventajas e inconvenientes de cada elección.

 

Dad importancia a lo que os dice: A veces se preocuparán por asuntos que para vosotros no tienen la menor importancia y pensaréis: “no son más que tonterías, ya se le pasará”. Si cuenta con vosotros para hablar de sus cosas, valoradlo. Si no dais importancia a lo que quiere contaros, puede que en el futuro deje de hablaros de eso y de muchas otras cosas.

 

Enseñadle a comunicar sus sentimientos: No es suficiente preguntarle qué ha hecho, sino también cómo se ha sentido. Podéis ayudarle a que entienda qué siente preguntándole “¿estás enfadado o triste?” o diciéndole “yo estoy orgullosa ¿y tú?”. Todos tenemos que aprender a expresar nuestros sentimientos y vosotros podéis ayudar a vuestro hijo o hija a hacerlo.

 

Controlad vuestros impulsos: Puede ocurrir que os cuente que ha hecho cosas que no os gustan (por ejemplo, que ha faltado a una hora de clase porque no tenía ganas de ir). En esos casos, no os dejéis llevar por los nervios; si reaccionáis de forma impulsiva y no razonáis con él o ella, puede que la próxima vez no confíe en vosotros y no os lo cuente. Evitad gritarles, amenazarles y ordenarles lo que tienen que hacer. Cuando estéis más serenos hablad con él o ella y explicadle qué es lo que no os gusta.

 

Ya no es un niño o una niña: No lo olvidéis; se está convirtiendo en una persona adulta, si actuáis como si fuera como vuestra niña o niño pequeño sentirá vergüenza, sobre todo delante de sus amigos y amigas. Evitad invadir su espacio personal, criticarle o darle lecciones en todo momento, especialmente cuando esté con su pandilla.

 

Próximamente comenzaremos la Escuela de Familias en las que tendremos oportunidad de hablar de estos temas.

Imagen: Pink Sherbet con Licencia CC

 

¡Comparte!

Víctor Cuevas

Orientador, maestro, soñador.

Ver todas las entradas de Víctor Cuevas →

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Utilizamos cookies para mejorar la experiencia de navegación.    Ver
Privacidad