Enfadarse enferma

Así es, enfadarse enferma, y mucho. Lo he leído en el Huffintong Post y me parece una excelente llamada de atención para el comienzo de curso.

Puede que haya motivos para el enfado, desde luego, pero lo que debemos hacer es controlar nuestras emociones para que no desarrollemos ninguna enfermedad. Os cuento algo más de el artículo tan interesante.

Resulta que «enfadarse crea hábito y daña la mente y el cuerpo», dice  el Dr. Ricardo Moreno, jefe de Servicio de Digestivo del Hospital La Princesa de Madrid. En palabras sencillas, el Dr. Moreno dice que cuanto más te enfadas más te querrás quiero enfadar (como si del tabaco se tratara) y alterando el normal funcionamiento de órganos vitales del cuerpo humano: cerebro, corazón, hígado… de modo que provocarás una «enfermedad». Frente a esto sólo cabe al control de las emociones, respirar hondo y tratar de racionalizar las cosas que nos molestan. Algunas de ellas no podemos cambiarlas, así que es ridículo enfadarse por ellas.

¿Cuántas veces nos enfadamos por cosas que no podemos controlar?

Así que tómate las cosas con la mayor calma posible, procura evitar aquellas que sabes de antemano que te irritan y, cuando estés enfadado, piensa por un minuto si merece la pena, si puedes hacer algo al respecto porque te estás jugando la salud. Como dice la alcaldesa de Madrid:

Tómate una relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor

Imagen: Guten Morgen bajo Licencia CC

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Víctor Cuevas

Orientador, maestro, soñador.

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